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Wolfenstein: The New Order es el retorno de la saga de id Software (famosos por ocurrirseles Doom), de la mano de Bethesda y desarrollado por Machine Games. Este Wolfenstein a medio camino entre dos generaciones te sitúa en un mundo alternativo en el que los nazis han ganado la Segunda Guerra Mundial. Nos encontramos ahora en el año 1960, el mundo está dominado por el Tercer Reich, todos hablamos alemán, comemos salchichas con repollo y B.J. Blazkowicz (20 años después) tendrá que intentar acabar con el dominio de la esvástica.
Cada vez que se deja ver el nuevo Wolfenstein suben las ganas de que el juego esté terminado. En los principios del género la serie ya definió buena parte de la esencia de los FPS. Con el tiempo todo ha evolucionado y cambiado, y ahora MachineGames revisa no sólo la historia de Wolfenstein sino la misma jugabilidad de los shooters.
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| ¿Te conozco de alguna parte? Blazkowicz abandona el mundo de Minecraft para siempre. |
La historia de Blazkowicz no se limita a pequeños toques. Un excelente guion logra que vayas acompañando al protagonista a lo largo de sus aventuras. Los diálogos, los movimientos de los personajes, la acción, cada elemento del juego encaja con los demás para ir sorprendiendo cada poco al jugador despertando en él sensaciones y motivándole para avanzar en la historia. Los vídeos y la parte jugable se unen sin fisuras.
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| Los escenarios son enormes y detallados a cabalidad. |
Pero más allá de las cuestiones técnicas hay un trabajo de diseño impresionante, muy trabajado e inteligente. MachineGames da una patada a las tendencias más populares de los últimos años. Nada de regeneración automática al ponerte a cubierto unos instantes ni avanzar como un elefante en una tiroteo. Tras cada paso te puede esperar lo insospechado, desde un perro ciborg asesino a un soldado alemán que está cenando sin sospechar lo que se viene encima... asesino también.
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| "¡No se mueva nadie! ¡Se me cayó un lente de contacto!" |
Frente a los juegos que no te indican cómo andas de salud más que con un aura roja que se intensifica según tu gravedad, Wolfenstein te deja bien claro cómo estás con los puntos de vida. Esta característica da mucho juego: Se regenera hasta una quinta parte de la vida si no recibes disparos, pero el resto necesita los kits de salud. Hace 15 años estábamos muy habituados a jugar sin quitar el ojo de esta cifra, pero ahora la mayoría de los juegos buscan jugadores más despreocupados. Para no dejar fuera a ningún jugador hay cinco niveles de dificultad.
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| Verás ciudades reales en su versión más Nazi posible. |
La necesidad de buscar kits de salud lleva a otro de los pilares del juego, que te anima así a explorar los escenarios. Otro incentivo son distintos "coleccionables". No se trata de ir avanzando a toda pastilla por los escenarios y tampoco es que te hagan dar vueltas y vueltas ni que sea obligatorio, da la sensación de que es una opción más.
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| Esto es lo que sale cuando mezclas un AT-STs con un Transformer. |
¿Buscas enemigos? Preguntas como esa son muy raras, pero aquí los hay de todo tipo, los supersoldier, pequeños drones voladores vulnerables a las granadas eléctricas y gigantescos trípodes. Contra todos ellos combate Blazkowicz en una mezcla de venganza y lucha personal, justicia universal y salvación de la humanidad. Ich Liebe dich nicht!!!
